El cáncer de células renales (también llamado cáncer de riñón o adenocarcinoma renal) (CCR) es el tumor maligno más frecuente del riñón y supone aproximadamente el 2-5% de todas las neoplasias malignas en el adulto. En el caso del CCR avanzado (CCRa), históricamente ha tenido resultados terapéuticos escasos, considerándose un tumor quimiorresistente con pocas opciones de tratamiento. Sin embargo, los avances obtenidos en los últimos años han llevado a un notable desarrollo terapéutico, existiendo actualmente múltiples alternativas terapéuticas1.
Así, el tratamiento establecido para el cáncer renal avanzado incluye nefrectomía citorreductiva, resección de metástasis y/o terapia sistémica. La terapia sistémica consiste en la administración de terapia antiangiogénica o inmunoterapia, ya que es altamente resistente a la quimioterapia convencional, la radioterapia y la terapia hormonal1.
La introducción de inhibidores de la vía del VEGF y la vía de mTOR, y los inhibidores del receptor de muerte programada (PD-1), han supuesto un cambio en el tratamiento del CCRa, hasta entonces basado en citoquinas (IL-2 e IFN-α), aunque la supervivencia global a los cinco años sigue siendo pobre y las respuestas completas y duraderas son poco frecuentes1.