La atención farmacéutica pediátrica tiene como misión mejorar la calidad asistencial del niño garantizando el tratamiento más adecuado y seguro para conseguir finalmente resultados en salud óptimos.
Este objetivo se consigue si existen farmacéuticos hospitalarios especializados en Pediatría, que estén integrados en el equipo asistencial aportando conocimiento y valor a las decisiones farmacoterapéuticas. Al mismo tiempo el farmacéutico pediátrico debe tener los conocimientos técnicos propios del farmacéutico de hospital, para aportar en las distintas áreas de la farmacia el punto de vista pediátrico como por ejemplo en la selección de formas farmacéuticas adecuadas a Pediatría o en la formulación magistral, entre otras.
Una de las actividades a la que el farmacéutico pediátrico dedica más tiempo es la validación de las prescripciones médicas. No se puede validar una prescripción médica pediátrica de la misma manera que la de un adulto, ya que existen aspectos diferenciales que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, las subpoblaciones pediátricas (neonato, lactante, niño y adolescente) se comportan de diferente manera desde el punto de vista farmacocinético y farmacodinámico lo que explica la diferencia de dosis (en función de la edad y el peso) y de los intervalos de dosificación, que pueden ser distintos de los de los adultos.
El farmacéutico pediátrico también debe validar la adecuación de las formas farmacéuticas para el paciente al que va dirigido, y no solamente la forma farmacéutica en sí, sino también los excipientes que los acompañan. Hay algunos excipientes contraindicados o no recomendados en ciertas subpoblaciones: el alcohol bencílico está contraindicado en neonatos o el propilenglicol no está recomendado en los menores de 4 años de edad. En esta misma línea el farmacéutico debe proponer fórmulas magistrales cuando la condición clínica del paciente lo requiera y no exista ninguna especialidad farmacéutica adecuada. Por otra parte existen patologías propias de la infancia, que el farmacéutico pediátrico debe conocer y debe estar familiarizado con su tratamiento.
Estos aspectos relacionados con la validación de la prescripción médica pediátrica han sido investigados por el Grupo Español de Farmacia Pediátrica (GEFP) de la SEFH que publicó un modelo(1) donde clasifica la validación en tres niveles de complejidad, básico, intermedio y avanzado. Este modelo es aplicable a todos los Servicios de Farmacia, y el nivel de complejidad dependerá del grado de integración del farmacéutico en el equipo asistencial, del tiempo que dedique a pediatría, y del grado de informatización de la historia clínica en el hospital.
Este año la Farmacia Pediátrica tiene mucho que celebrar
Por un lado, el Curso de Farmacia Pediátrica que organiza el Área Maternoinfantil del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Vall d’Hebron, y que nació el año 1998 gracias a la iniciativa de la Dra Concepción Barroso, este mes de abril ha celebrado la XX edición. El curso se ha convertido en un proyecto docente referente a nivel estatal.
Este curso tiene como objetivo ofrecer y actualizar los conocimientos en Farmacia Pediátrica para aquellos farmacéuticos que se dedican a la Pediatría o que se dedicarán en un futuro próximo. Cuenta con ponentes referentes en sus disciplinas, tanto farmacéuticos de hospital como pediatras. En cada edición anual el temario se va actualizando conforme a las sugerencias o necesidades de los alumnos. Como novedad, este año se ha abierto la inscripción a los médicos pediatras.
Pero también es el 20 aniversario del Grupo Español de Farmacia Pediátrica (GEFP) integrado en la SEFH. El GEFP fue creado por un grupo de farmacéuticos de hospital interesados en mejorar la atención farmacéutica infantil que creyeron y apostaron por el trabajo en equipo. El GEFP sigue poniendo en evidencia problemas de salud y a través de la formación y de la investigación colaborativa busca soluciones para trasladarlas al entorno real y mejorar la calidad asistencial pediátrica.
Fruto de este interés, la SEFH ha firmado un acuerdo de colaboración con la Asociación Española de Pediatría (AEP), para realizar actividades conjuntas de formación continuada e investigación, dirigidas a un mayor conocimiento sobre el uso eficaz y seguro de los fármacos en la población pediátrica. De esta manera, farmacéuticos del GEFP participarán en el Comité de Medicamentos de la AEP, y del mismo modo, los pediatras representantes de la AEP formarán parte del GEFP, para trabajar conjuntamente en la mejor utilización de los medicamentos en la infancia.
Referencias:
(1) C. M. Fernández-Llamazares, M.Pozas, Y. Hernández-Gago, MJ. Cabañas-Poy, M. Villaronga, C.Alvarez-Vayo, E. Valverde. Two round Delphi technique for the consensual design of a paediatric pharmaceutical care model. Pharmacological Research. 2013; 68(1):31-7.
Entrada elaborada por:
María Josep Cabañas Poy
Miembro del Grupo Español de Farmacia Pediátrica de la SEFH (GEFP)
Farmacéutica adjunta especialista en Farmacia Hospitalaria
Servicio de Farmacia. Área Materno-infantil
Hospital Universitari Vall d’Hebron (Barcelona)
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