La atención hospitalaria de los neonatos necesita de la participación de diferentes profesionales: neonatólogos, enfermeras y farmacéuticos pediátricos, que deben trabajar coordinadamente para ofrecer un cuidado de excelencia.
El farmacéutico referente en Neonatología debe poseer conocimientos específicos de esta subpoblación pediátrica: los cambios fisiológicos tan rápidos que se producen con la adaptación al medio extrauterino y las patologías propias de esta edad, que son los principales factores que modifican la disponibilidad de los fármacos. También debe estar familiarizado con las indicaciones terapéuticas y dosificaciones más frecuentes, así como el perfil de los efectos secundarios y toxicidad, que pueden presentarse con unas características diferentes a otras subpoblaciones pediátricas o adultos. Es importante tener también conocimientos de los materiales disponibles para su administración.
La integración del farmacéutico en el equipo clínico permite que este conocimiento se comparta en beneficio del paciente, y especialmente cuando se trata de la administración de los fármacos, se crea una gran complicidad con la enfermería neonatal.